Semana Santa en Burgos
- pasióncyl
- 29 mar
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Presentación de la Semana Santa de Burgos por parte de la Junta de Semana Santa de la ciudad:

Lo que somos y creemos se manifiesta en los pasos que salen a nuestras calles. Son muestra de una tradición que no queremos se quede anquilosado en un arcaísmo estético, sino en una expresión de piedad popular dirigida a quien los observa ahora con los mismos deseos y anhelos de siempre, aunque vivamos en un contexto distinto del que surgieron.
Desde el comienzo de los días de la semana de pasión procesiona la imagen de Cristo acompañando nuestra muerte para que sea un momento en el que más que quedarnos con la tristeza y ruptura nos afiancemos en la esperanza. Su madre dolorosa sale el viernes de dolores en un recorrido de barrio. Hasta Gamonal llega el fervor popular en varias procesiones que reflejan la piedad en un entorno urbano generado en los años de expansión.

El centro histórico es testigo en los días centrales de la aclamación de los ramos con la procesión en la que el Paseo del Espolón se convierte en el gran marco de aclamación a Cristo con el entusiasmo de los niños y la alegría y memoria de los mayores. Ese atardecer del domingo hace que entremos de lleno en la pasión con el Cristo conocido popularmente como el de “las gotas”. La pasión representada en las innumerables marcas de sangre en ese Cristo lleno de dolor hace de las estrechas calles del casco histórico un escenario de fervor. Escenario que será de nuevo llenado de devoción en la noche del miércoles santo con las imágenes de Cristo coronado de espinas y la madre llena de amor y dolor.

El barrio de Vega nos lleva al mundo obrero con el rezo del rosario obrero en la tarde del martes, día que culmina con la salida del Santo Cristo de Burgos desde su catedral para recordarnos su mensaje a través de las siete palabras.
Las antorchas con la cruz de los jóvenes ha llegado al cerro del castillo en la noche del lunes y desde el mirador ha sido levantada la Cruz en la ciudad que se recoge en la noche.
Comenzar el triduo pascual en el canto matutino de laudes nos hace llenar de sentido nuestra vivencia de fe que los niños han empezado a manifestar la mañana del sábado por las calles históricas. Preludio del gran momento de la procesión del Encuentro. Expresión de fe, devoción, recogimiento y emoción. La llegada del Cristo Chamarilero y la Virgen Dolorosa con pasos y estilos distintos y con los compases de la música procesional que impregnan el momento más multitudinario.

La Catedral es testigo del desenclavo en la mañana del viernes. En el atardecer con la procesión del santo entierro donde cada una de las dieciséis cofradías portan sus imágenes sagradas en un desfile en el que la gran catequesis de la pasión nos lleva a manifestar en la calle lo que hemos celebrado dentro. Cristo ha muerto en la Cruz y hemos dio redimidos.
Al pie de la Cruz estaba su Madre. El sábado es su día en la Soledad, ella está presente en la luz de la resurrección y en la alegría de la mañana de Pascua cuando todo anuncia que aunque todo parezca igual todo comienza a ser distinto. Vivimos la Pasión porque vivimos la Pascua.
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